¡Hora de leer!: ¿Cómo estimular la lectura en mi hijo?
Ma. Catalina Bagés Mesa
Médico Pediatra y Nutrióloga Pediatra
Fomentar el amor por la lectura desde una edad temprana sienta las bases para un aprendizaje exitoso y una vida rica en experiencias.
La lectura es una actividad que mejora la atención, la concentración, la imaginación y la empatía entre las personas, y que además ayuda a entender diferentes situaciones habituales y cotidianas. La lectura en los niños pequeños es fundamental para su desarrollo integral: cognitivo, emocional y social (1-4). Leer desde edades tempranas contribuye con (1,2):
- El desarrollo del lenguaje: La lectura fomenta el desarrollo del vocabulario y la comprensión del lenguaje. Los niños que son expuestos a la lectura desde una edad temprana tienen una base sólida para expresarse verbalmente y comprender mejor el significado de las palabras.
- La estimulación cognitiva: La lectura estimula la mente de los niños y promueve el desarrollo cognitivo. A través de la lectura, los niños pueden explorar nuevos conceptos y desarrollar su capacidad de razonamiento.
- El fomento de la imaginación y la creatividad: Los libros introducen a los niños en mundos imaginarios, personajes fascinantes y situaciones interesantes. Esto ayuda a desarrollar la creatividad y la capacidad de imaginar, lo que es esencial para el pensamiento creativo y la resolución de problemas en la vida cotidiana.
- El desarrollo de la concentración y la atención: La lectura requiere que los niños se concentren en el contenido del libro, lo que contribuye al desarrollo de la atención y la concentración, habilidades esenciales para el éxito académico y personal.
- El vínculo afectivo: La lectura compartida crea un vínculo afectivo entre los padres o cuidadores y los niños. Pasar tiempo juntos leyendo fortalece las relaciones familiares y proporciona una experiencia compartida que puede ser disfrutada por todos.
- El desarrollo de habilidades sociales: A través de la lectura, los niños aprenden sobre las relaciones sociales, las emociones y el comportamiento. Los libros a menudo presentan personajes que enfrentan desafíos y resuelven problemas, lo que brinda a los niños la oportunidad de aprender sobre la empatía y la toma de decisiones éticas.
- La preparación para el aprendizaje escolar: La exposición temprana a la lectura prepara a los niños para el aprendizaje formal en el colegio. Desarrollar habilidades como la atención, la concentración y el seguimiento de instrucciones a través de la lectura puede hacer que la transición a la educación formal sea más adecuada.
- Mejora de la competencia lectora: Los niños que son expuestos a la lectura desde temprana edad tienden a desarrollar habilidades de lectura más sólidas. Esto no solo afecta su éxito académico, sino que también les brinda una herramienta valiosa para el aprendizaje continuo a lo largo de sus vidas.
- Comienza temprano: Puedes comenzar a leerle a tu bebé desde el nacimiento. Incluso si al principio no parece prestar atención, escuchar tu voz y las palabras es beneficioso para su desarrollo.
- Escoge libros adecuados: Opta por libros de cartón grueso o tela, especialmente diseñados para bebés. Estos son resistentes y menos propensos a rasgarse. Los libros con imágenes y colores contrastantes son especialmente atractivos para los bebés.
- Crea un espacio de lectura: Dedica un lugar cómodo y acogedor para la lectura. Puedes tener almohadas, cojines y cobijas o mantas suaves para que sea un espacio confortable. Esto ayudará a asociar la lectura con momentos placenteros.
- Ofrece variedad de libros: Introduce una variedad de libros que incluyan diferentes texturas, solapas y sonidos. Los libros interactivos son excelentes para captar la atención del bebé. Comienza con libros de colores brillantes, figuras simples y diferentes texturas para que el bebé explore con sus sentidos.
- Hazlo parte de la rutina: Establece un momento específico del día para la lectura, como antes de dormir. La consistencia ayuda a crear hábitos y asociaciones positivas con la lectura.
- Haz la lectura interactiva: Anima al bebé a tocar las páginas, señalar las imágenes y hacer preguntas simples sobre lo que ven. Esto no solo desarrolla su habilidad para interactuar, sino que también fomenta la comprensión temprana del lenguaje.
- Lee en voz alta: Esto enseña a los bebés sobre la comunicación; introduce conceptos como los números, las letras, los colores y las formas de una manera divertida; desarrolla las habilidades de audición, la memoria y el vocabulario y les da a los bebés información sobre el mundo que los rodea.
- Utiliza expresiones faciales y voces variadas: Cambia tu tono de voz y utiliza expresiones faciales mientras lees. Esto hace que la experiencia sea más interesante y ayuda al bebé a desarrollar habilidades sociales y emocionales. Los libros con sonidos u onomatopeyas son muy entretenidos para los bebés. Imita los sonidos de los animales o los objetos que se presentan en el libro.
- Respeta el interés del bebé: Si el bebé muestra interés en un libro en particular, continúa leyéndolo. Seguir sus señales ayuda a construir un amor natural por la lectura.
- Visita las bibliotecas: A medida que el bebé crece, lleva al niño a la biblioteca para explorar y elegir libros. Esto no solo fomenta la lectura, sino también el amor por el entorno de la biblioteca.
- Modela el comportamiento: Si dedicas tiempo para leer sobre temas de tu interés, tu hijo te verá como referente para desarrollar la actividad de leer en su día a día.
- Bebés de 4-6 meses: Es posible que tu bebé empiece a mostrar más interés por los libros. Tratará de agarrar el libro con las manos, pero también lo querrá hacer con la boca, lo morderá, lo chupará y lo dejará caer. Escoge libros resistentes, de plástico o de tela, con imágenes de colores vivos y textos que le resulten familiares, que sean repetitivos y que rimen.
- Bebés de 6-12 meses: Tu hijo empieza a entender que los dibujos representan objetos, y es probable que muestre preferencias por ciertos dibujos, ciertas páginas o, incluso, ciertas historias. Tu hijo responderá mientras le lees, agarrando el libro y emitiendo sonidos.
- Niños de 12 a 24 meses: Es mejor usar libros resistentes de cartón que contengan imágenes (especialmente fotos) de niños haciendo las cosas que ellos acostumbran a hacer cada día. Los libros sobre la hora de dormir, la hora del baño o la hora de comer son buenas opciones, así como los libros sobre decir hola o adiós.
- Niños de 24 a 36 meses: Los niños de estas edades empiezan a ser capaces de pasar las páginas de papel, por lo que es un buen momento para ir más allá de los libros de cartón. Elige libros de textos repetitivos y fáciles de memorizar, para que tu hijo los pueda «leer» junto a ti.
Fuentes:
- Lewis, K. (2023). Reading Books to Babies. Nemours Children’s Health. https://kidshealth.org/en/parents/reading-babies.html
- Lewis, K. (2023). Toddler Reading Time. Nemours Children’s Health. https://kidshealth.org/en/parents/reading-toddler.html
- Galán, L. (2020). El gran libro de Lucía, Mi Pediatra, 1ra edición. Editorial Planeta.
- 5 formas de fomentar la lectura en niños. (2020). https://integratek.es/2020/08/20/formas-fomentar-la-lectura-en-ninos/
- Altmann, T. (2018). Baby & Toddler Basics. American Academy of Pediatrics.