Explorando el Mundo Emocional: Cuidado de la Salud Mental en Niños con Trastorno del Espectro Autista

¡Exactamente! Los niños neurodivergentes, como aquellos con Trastorno del Espectro Autista (TEA), TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), síndrome de Asperger y otros trastornos, poseen una variedad de habilidades y perspectivas únicas que merecen ser celebradas y apreciadas. Son verdaderamente maravillosos en su diversidad y contribuciones únicas al mundo. Es importante reconocer y apreciar sus fortalezas individuales, así como brindarles el apoyo y la comprensión que necesitan para prosperar y alcanzar su máximo potencial.

El autismo (trastorno del espectro autista, TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, interacción social y comportamiento de la persona. Se caracteriza por patrones repetitivos de conducta, intereses limitados y dificultades en la comprensión de las emociones y señales sociales (1).

Las señales de autismo en niños pequeños pueden variar, algunas de las señales más comunes incluyen: retraso en el desarrollo del habla o ausencia completa de lenguaje verbal; pueden tener dificultades para iniciar o mantener una conversación. Los niños con autismo pueden parecer distantes o desinteresados en interactuar con otros; tienen dificultades para comprender las emociones de los demás y muestran poco interés en compartir experiencias. Presentan movimientos repetitivos del cuerpo (como balancearse o aletear las manos), obsesión por ciertos objetos o rutinas, y resistencia al cambio en la rutina diaria. Algunos niños pueden ser hipersensibles o hiposensibles a estímulos sensoriales como la luz, el sonido, el tacto o el sabor, lo que puede provocar reacciones extremas (1-3).

¡Es importante educarse e informarse (de fuentes expertas…) sobre el autismo para comprender las características y necesidades de cada niño!

El manejo emocional de los niños con autismo es un aspecto crucial para su bienestar y desarrollo. Aquí algunas estrategias que pueden ser útiles (1-5):

• Establece rutinas y crea estructuras: Los niños con autismo a menudo se sienten más seguros y tranquilos cuando tienen rutinas claras y predecibles. Mantener una estructura en su día a día puede ayudarles a gestionar mejor sus emociones y reducir la ansiedad.

• Favorece una comunicación clara, consistente y visual: Utiliza un lenguaje claro y simple al comunicarte con el niño. Mantén las instrucciones simples y directas. Muchos niños con autismo responden bien a las ayudas visuales, como imágenes, carteles o diagramas que representen diferentes emociones. Estos recursos pueden ayudarles a identificar y expresar sus propios sentimientos, así como a comprender los de los demás. Además, sé consistente en tu comunicación y en tus expectativas.

• Proporciona apoyo sensorial: Muchos niños con autismo tienen sensibilidades sensoriales. Observa y aprende qué estímulos pueden ser abrumadores para el niño y trata de minimizarlos o proporcionarles el apoyo necesario, como audífonos o gafas de sol.

• Fomenta las habilidades sociales: Trabajar en habilidades como el contacto visual, el juego cooperativo y la toma de turnos, puede ayudar a los niños con autismo a relacionarse mejor con los demás y entender las emociones de quienes les rodean.

• Practica la regulación emocional: Los niños con autismo pueden experimentar crisis o episodios de conducta desafiante. Es importante mantener la calma y usar estrategias de manejo de crisis seguras y efectivas, como el retiro a un lugar tranquilo o la implementación de técnicas de relajación. Enseñarles estrategias como la respiración profunda, la identificación de emociones y el uso de palabras para expresar sentimientos, puede ayudar a los niños con autismo a gestionar su respuesta emocional en momentos de estrés o frustración.

• Modela comportamientos emocionalmente saludables: Los cuidadores pueden modelar comportamientos positivos y expresar sus propias emociones de manera saludable, proporcionando así ejemplos a seguir para los niños. Utiliza el refuerzo positivo, como el elogio y las recompensas, para motivar y reforzar el comportamiento deseado.

• Incentiva intereses y habilidades: Identificar los intereses y fortalezas individuales del niño con autismo y proporcionar oportunidades para desarrollar esas habilidades puede aumentar su autoestima y su capacidad para manejar las emociones.
  

• Diseña un ambiente de apoyo: Es importante tener un ambiente seguro y de apoyo donde los niños se sientan cómodos expresando sus emociones y recibiendo ayuda cuando la necesiten. Considera buscar el apoyo de profesionales, como terapeutas ocupacionales, terapeutas del lenguaje y psicólogos infantiles, que puedan ofrecerte estrategias específicas y personalizadas para ayudar al niño.
  

• Colabora con otros cuidadores: Trabajar coordinados puede ayudar a garantizar que haya una consistencia en el manejo emocional del niño tanto en el hogar como en entornos educativos o terapéuticos.

• Cuidado personal: No olvides cuidar de ti mismo. Manejar las necesidades de un niño con autismo puede ser desafiante, por lo que es importante cuidar tu bienestar físico y emocional para poder brindar el mejor apoyo posible al niño.
  

Manejar a un niño con autismo requiere comprensión, paciencia y una serie de estrategias adaptadas a las necesidades específicas. Cada niño con autismo es único, por lo que es importante adaptar estas estrategias a las necesidades individuales de cada uno y buscar la orientación de profesionales especializados en el tema (4,5).

Es importante recordar que el autismo es un espectro, lo que significa que los niños pueden mostrar una amplia gama de signos y que estos pueden variar en severidad. Si tienes preocupaciones sobre el desarrollo de tu hijo, es recomendable hablar con un profesional de la salud para obtener una evaluación y orientación adecuadas (4).

Y si aún tienes dudas, no dudes en consultar a con tu médico pediatra de confianza.

El Día Mundial de Concienciación sobre el autismo se celebra el 2 de abril. Fue decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para poner en contexto la necesidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, para que puedan llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad (6).

¡Así que este día vistámonos de azul y pongámonos los mismos zapatos, seamos empáticos!

¡¡¡Feliz día!!! ….. y ¡¡¡Que viva la inclusión!!!