Paso a Paso hacia los Alimentos Sólidos
Ma. Catalina Bagés Mesa
Médico Pediatra y Nutrióloga Pediatra
Durante la alimentación complementaria, la transición de texturas es un proceso gradual y crucial para ayudar al bebé a desarrollar habilidades de masticación, deglución y adaptación a diferentes consistencias de alimentos. Este proceso se lleva a cabo manteniendo la leche materna o fórmula infantil como parte de la alimentación (1,2). Aquí te explico cómo se puede llevar a cabo esta transición basados en el método tradicional (1-3):
1. Etapa inicial de papillas suaves: Cuando se inicia la alimentación complementaria alrededor de los 6 meses, es común comenzar con papillas muy suaves. Estas papillas pueden ser de frutas, verduras, cereales o carnes cocidas y bien trituradas. Esta textura líquida o semi-líquida facilita que el bebé se acostumbre a la acción de tragar y les permite recibir los nutrientes de manera fácil.
2. Introducción gradual de texturas más gruesas: A medida que el bebé se familiariza con la alimentación sólida y demuestra habilidades para tragar, se puede comenzar a introducir texturas más gruesas y variadas. Esto incluye purés más gruesos con trozos pequeños de alimentos, como trocitos finamente picados de frutas blandas o verduras cocidas.
3. Alimentos triturados y molidos: A medida que el bebé avanza, se pueden ofrecer alimentos que estén triturados o molidos en lugar de estar completamente en puré. Esto permite una transición más suave hacia las texturas más sólidas. Por ejemplo, puré de papas con trozos muy finos de verduras, o carne cocida y bien molida.
4. Alimentos con trozos pequeños: A medida que el bebé mejora sus habilidades de masticación y coordinación, se pueden introducir alimentos con trozos pequeños y blandos, como trocitos de plátano, aguacate, zanahoria o pasta cocidas.
5. Progresión a alimentos más firmes: Con el tiempo, el bebé estará listo para alimentos más firmes y sólidos, como trozos más grandes de frutas, verduras crujientes (como pepino o manzana), pan suave o galletas. Es importante que estos alimentos estén cortados en trozos pequeños y que sean de un tamaño que el bebé pueda manejar sin riesgo de atragantamiento o atoramiento.
Y aquí hay algunos puntos clave sobre esta transición (3-5):
- Momento adecuado: Generalmente, se recomienda comenzar a introducir alimentos sólidos alrededor de los 6 meses de edad, siempre y cuando el bebé esté mostrando signos de estar listo, como ser capaz de mantener la cabeza erguida, sentarse con apoyo y mostrar interés por la comida.
- Introducción gradual: Iniciar con alimentos sólidos no implica dejar de lado la leche materna o la fórmula infantil. Estos siguen siendo la parte principal de la dieta del bebé. Los alimentos sólidos se introducen poco a poco, comenzando con purés suaves y gradualmente avanzando hacia alimentos más texturizados o machacados y con trozos pequeños.
- Texturas y consistencias: Inicialmente, los alimentos sólidos deben ser muy suaves y fáciles de tragar. Esto puede incluir purés de frutas, verduras, cereales y carnes. Con el tiempo, se pueden introducir alimentos más gruesos y con texturas variadas para que el bebé se acostumbre a diferentes sensaciones en la boca.
- Leche como fuente principal de nutrientes: A pesar de la introducción de alimentos sólidos, la leche (materna o de fórmula infantil) sigue siendo fundamental para proporcionar la mayoría de los nutrientes que el bebé necesita durante el primer y segundo año de vida. Los sólidos complementan la nutrición y ayudan al bebé a aprender habilidades de alimentación.
- Supervisión constante y adaptación: Durante todo este proceso, es esencial supervisar de cerca al bebé mientras come y asegurarse de que esté cómodo con cada nueva textura antes de avanzar a la siguiente. Cada bebé tiene su propio ritmo y puede tomar tiempo para que se adapten a las diferentes consistencias.
- Fomentar la autonomía: A medida que el bebé desarrolla habilidades de alimentación más avanzadas, es beneficioso fomentar la autonomía permitiéndole agarrar alimentos con los dedos (siempre bajo supervisión) y experimentar con diferentes texturas.
En el período de alimentación complementaria, no se deben introducir los siguientes alimentos: leche de vaca como bebida que reemplace la leche humana o formula infantil, los derivados lácteos (yogur y queso) pueden considerarse de manera ocasional; miel porque puede contener esporas de bacterias que causan botulismo; sal no antes de los 12 meses y a partir del año puede usarse en las preparaciones y en poca cantidad; azúcar añadido no antes de los 2 años; bebidas vegetales (soya, almendra, coco, entre otras) por su bajo aporte nutricional; jugos, café, té y bebidas aromáticas (hinojo); procesados y ultraprocesados (1-3).
En resumen, la transición de líquidos a sólidos en la alimentación complementaria es un hito importante en el desarrollo del bebé. Requiere una introducción gradual de alimentos sólidos mientras se mantiene la leche como fuente principal de nutrientes hasta que el bebé sea capaz de consumir una variedad más amplia de alimentos sólidos como parte de su dieta regular (4).
La transición de texturas durante la alimentación complementaria es un proceso gradual que se adapta al ritmo y las habilidades de cada bebé. Comienza con purés suaves y líquidos y avanza hacia texturas más gruesas y sólidas a medida que el bebé demuestra capacidad para manejarlas. La supervisión y la paciencia son fundamentales para asegurar una transición exitosa y segura hacia una dieta variada y nutritiva (5).
Esta información está diseñada para transmitir la idea de una transición gradual y segura hacia alimentos más sólidos en la dieta de los bebés durante la fase de alimentación complementaria.
Y si aún tienes interrogantes, no dudes en consultar a con tu médico pediatra de confianza.
¡¡¡Feliz día!!! ….. y ¡¡¡Explora las diferentes texturas para que disfrutes el maravilloso tiempo de la alimentación complementaria con tu bebé!!!
Fuentes:
- R. Vázquez-Frias, L. Ladino, M.C. Bagés-Mesa et al., Consenso de alimentación complementaria de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica: COCO 2023, Revista de Gastroenterología de México, https://doi.org/10.1016/j.rgmx.2022.11.001
- Pérez-Escamilla R, Segura-Pérez S, Lott M. Pautas de alimentación para niñas y niños menores de dos años: Un enfoque de crianza perceptiva. Durham, NC: Healthy Eating Research, 2017.
- Muth N and Tanaka M. The Clinician’s Guide to Pediatric Nutrition. American Academy of Pediatrics. 2023. https://doi.org/10.1542/9781610026628
- Galán, L. (2020). El gran libro de Lucía, Mi Pediatra, 1ra edición. Editorial Planeta.
- Altmann, T. (2018). Baby & Toddler Basics. American Academy of Pediatrics.