SUEÑO: ¿CUÁNTO DEBEN DORMIR LOS NIÑOS?

Sueño: ¿Cuánto deben dormir los niños?

Ma. Catalina Bagés Mesa

Médico Pediatra y Nutrióloga Pediatra

Cuanto deben dormir los niños

La llegada de un bebé a la familia implica abarcar innumerables tareas para cubrir sus necesidades básicas, entre esas el sueño. En este espacio queremos contarte sobre la importancia del sueño y compartirte consejos para lograr unos mejores hábitos.

¿Cuántas horas deben dormir los bebés y los niños?

Esta duda les surge a los padres con mucha frecuencia, pues dormir de forma adecuada hace parte de los buenos hábitos de vida de cualquier persona. La Academia Americana de Medicina del Sueño, nos brinda orientación sobre el tiempo que los niños necesitan dormir en las diferentes etapas de su desarrollo.

El tiempo de sueño va a depender de la edad y del niño, la variabilidad entre unos niños y otros es muy amplia.

Los recién nacidos pueden dormir alrededor de 16 a 18 horas a lo largo del día, generalmente lo hacen después de cada toma de alimento. Ya hacia los 3 meses dormirán unas 15 horas. En la medida que crecen, el sueño nocturno será más prolongado, por lo que las siestas de día serán más cortas, pero aún es normal que el sueño sea fragmentado y se presenten varios despertares, y entonces, esto los llevará a siestas más largas durante el día, a esto me refiero con la amplia variabilidad (1-3).

Tip: ¡no dejes que la siesta pase más allá de las 4 pm. ¡Sino será difícil cumplir con la rutina de sueño nocturno!

Cerca del año de edad suelen dormir 13 a 14 horas (10-11 horas nocturnas y 2-3 horas en el día). Entre 1 a 3 años de edad, cada niño deberá dormir entre 11 a 14 horas diarias. A los 3 años de edad usualmente los niños pasan la noche completa, por lo que en esta época la siesta empieza a desaparecer, para garantizar un adecuado descanso nocturno. De esta forma, a los 4 y 5 años duermen de 10 a 13 horas nocturnas; entre los 6 y 8 años, el niño requiere 11 a 12 horas de sueño y ya con 10 a 12 años alrededor de 10 horas.

La importancia del sueño en los niños

El sueño de calidad es fundamental para el desarrollo del individuo, por lo que es un tema importante de tratar y de entender. Es clave tener una rutina adecuada de sueño para rendir en las actividades escolares, desarrollar el lenguaje, mejorar la capacidad de aprendizaje y disminuir comportamientos hiperactivos, irritabilidad y agresividad. Adicionalmente, los niños que duermen bien también mejoran su sistema de defensas (2-4).

Así mismo, un sueño de calidad favorece el desarrollo físico, emocional y social de los niños.

Por todo lo anterior, enseñar a dormir bien es fundamental, y esto se puede lograr a través de rutinas diarias (1-4). Te compartimos algunos consejos:

  • Establece una hora para acostarlos a dormir, es importante que sea la misma todos los días. Para los más pequeños puede ser cerca de las 19-20 horas y algo más tarde para los mayores.
  • El final del día debe ser tranquilo y placentero, de esta forma los niños podrán conciliar más fácilmente el sueño. Durante el día los niños deben tener una variedad de actividades interesantes, incluyendo actividad física y al aire libre. Por eso, al regresar del trabajo, deja atrás tus problemas y preocupaciones, además de cualquier objeto de distracción (teléfonos celulares y computadores) que te aleje de compartir un momento agradable con tus hijos.
  • ¡No exposición a pantallas! Es decir, no televisión, no celulares, no tabletas, no computadores por lo menos 2 horas antes de acostarse. Los estímulos lumínicos y sonoros recibidos de estos dispositivos, disminuyen la producción de melatonina (la hormona del sueño) y el cerebro interpreta que aún es de día y retrasa el inicio del sueño.
  • Baja la intensidad de las luces de casa dos horas antes de acostarlos para que el cerebro empiece a producir la melatonina.
  • Ofrece la cena por lo menos una hora u hora y media antes de la hora de ir a dormir. Y ojalá cenen en familia, para interactuar y escuchar a los niños.
  • Luego de cenar, completa la rutina lavando los dientes, cambiando el pañal o yendo al baño (si ya controlan esfínteres) antes de dormir.
  • Acompáñalos con una muestra de abrazos y cariño cuando son bebés, incluye un cuento cuando son niños y quizás una conversación cómplice cuando son mayores.

Algunas otras recomendaciones para tener en cuenta (2-5):

  1. Separa los espacios de sueño de los de otras actividades. La habitación es para dormir y descansar. No para comer, no para ver televisión, no para videojuegos, no para ver celulares ni tabletas ni computadores.
  2. Evita que duerman en un lugar diferente a su cama. Se recomienda iniciar el sueño en su habitación.
  3. No los dejes llorar. Acude a acompañarlos cuando esto suceda, reconfórtalos y asegurarles que todo está bien y que pueden regresar a dormir tranquilos en su cama.
  4. Procura que no lleguen cansados en exceso a la hora de dormir. Esto puede ser contraproducente y generar más despertares, terrores nocturnos y pesadillas. 
 Y recuerda: cualquier duda por pequeña que parezca, no dudes en resolverla con tu médico pediatra de confianza.
 

Feliz día!!!

Fuentes:

  1. Leal, F. (2015). El cuidado del recién nacido en Preguntas de madres y padres, 6ta edición, pp. 23-42. Editorial Médica Panamericana.
  2. Vriend J, Davidson F, Rusak B, Corkum P. emotional and cognitive impact of sleep restriction in children. Sleep Med Clin 2015;10:107–15.
  3. Paruthi, S., Brooks, L. J., D’Ambrosio, C., Hall, W. A., Kotagal, S., Lloyd, R. M., Malow, B. A., Maski, K., Nichols, C., Quan, S. F., Rosen, C. L., Troester, M. M., & Wise, M. S. (2016). Consensus Statement of the American Academy of Sleep Medicine on the Recommended Amount of Sleep for Healthy Children: Methodology and Discussion. Journal of clinical sleep medicine : JCSM : official publication of the American Academy of Sleep Medicine, 12(11), 1549–1561.
  4. Altmann, T. (2018). Baby & Toddler Basics. American Academy of Pediatrics.
  5. Cruz Navarro IJ. Alteraciones del sueño infantil. En: AEPap (ed.). Curso de Actualización Pediatría 2018. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2018. p. 317-329.