Pataletas o rabietas, ¿Cómo darles un manejo apropiado?

Esta pregunta les surge a los padres con mucha frecuencia y probablemente la situación les hace perder la paciencia. En este espacio queremos presentarte algunas razones por las cuales pueden surgir estos episodios y cómo puedes darle un manejo apropiado y respetuoso.

¿Qué son las pataletas o rabietas?

Las pataletas o rabietas son una conducta normal, frecuente y esperable que inicia hacia los 18 meses y continua, aproximadamente, hasta los 4 o 5 años de edad.

Son una forma de comunicación de los niños que, debido a su corta edad, aún no han desarrollado un lenguaje verbal fluido para expresar sus sentimientos de rabia, frustración o inconformidad ante una situación (1,2).

Las pataletas o rabietas aparecen con más frecuencia, como parte del desarrollo normal entre los 2 y 4 años de edad; etapa en la cual se empieza a definir el carácter, a tomar decisiones propias y a tener preferencias, es decir, comienzan a exponer su personalidad e individualidad (3).

Como cuidadores, es importante que entendamos que los niños son impulsivos y se mueven por emociones ya que en esta etapa predomina el cerebro inferior. Solo hasta cuando se desarrolle el cerebro superior, encargado del juicio, de razonar y del autocontrol, no podrán comprender y elaborar un comportamiento de adulto. La madurez del cerebro superior se va dando a lo largo de la infancia e incluso hasta la adolescencia, por lo que esa parte del cerebro no predominará sobre las demás en los primeros años de vida (3,4).

Rabietas anunciadas, ¿qué son y cómo darles manejo?

Podemos distinguir rabietas anunciadas, en las que saltan las alarmas de manera anticipada, sabes que el niño te va a provocar, a retar e incluso a amenazar; en este escenario puedes tratar de manejar la situación con un tono de voz tranquilo, haciéndole conocer las consecuencias de sus propios actos.

Los niños reclaman atención de manera permanente. Cuando estés con tu hijo, préstale toda la atención, es mejor dedicar poco tiempo de calidad que pasar un tiempo largo pero inmerso en el mundo adulto y lo que este implica. Los niños hacen las cosas a su ritmo y a su manera. Los niños nos ayudan a ser más tolerantes y comprensivos, a tener empatía hacia los demás, a ser generosos y desinteresados (2,3).

Rabietas por sorpresa

Por otro lado, están las rabietas por sorpresa, que aparecen de repente y desproporcionadas respecto al presunto motivo que las desencadena; acá el cerebro inferior está al mando y no será posible razonar con él. La recomendación es que te arrodilles a su altura y lo abraces para que se tranquilice. Después de que empiece a relajarse, háblale con tono sereno y trata de explicar la situación. Si la pataleta continúa, cuenta despacio hasta 10 o 15 y déjalo solo un rato, luego procura volver a hablar con él, mirándole a los ojos y sonriendo. Evita amenazar o gritar al niño y cualquier castigo físico ya que esto acaba con cualquier herramienta de educación, negociación y aprendizaje, además de perjudicar su desarrollo personal (3,4).

Algunos consejos para tener en cuenta (3):

• Ante las pataletas o rabietas, ten paciencia, son parte de la crianza y son una oportunidad para educar.
• Habla con tranquilidad y escucha atentamente lo que te quiera explicar.
• Aliéntalo a elegir y que exprese sus deseos, así evitaras el conflicto.
• Edúcalo con aspectos no negociables (por ejemplo, las tijeras cortan): explica, se firme, sin gritar, pero sin ceder.
• Maneja pocas reglas, pero claras y concisas.

Es importante establecer límites firmes, adaptados a la edad y con base en el cariño y en pro de educarlos. Juzga el comportamiento o la acción, no al niño; expresa lo que sientes; no lo amenaces ni ridiculices; deja que piense y responda; hazle propuestas positivas en lugar de imponer un castigo (3,4).

Y recuerda que cualquier duda por pequeña que parezca, no olvides resolverla con tu médico pediatra de confianza.

Feliz día!!!